El juego de los 10 errores
Afirmaciones ministeriales y presidenciales:
Primero el ministro:
1. Nadie dice que producir soja es malo. Algo que nos demanda el mundo y podemos producir a muy buenos precios no tiene nada de malo per se. Pero tiene efectos profundos sobre el resto de la actividad productiva. Desplaza y encarece otras actividades porque encarece el costo de la tierra, tiene efectos sobre el propio suelo como monocultivo y tiene un impacto laboral muy bajo.
Ministro no le creo que usted crea esto. Fíjese que se la han pasado contaminando la mente de los argentinos diciendo que las importaciones eran malas, ahora viene usted a querer contaminarnos con el error opuesto. Es decir que las exportaciones son malas. Si se gana la lotería ministro, usted deja de trabajar (eso espero). Pero eso no es una mala noticia. No es que la lotería le hace perder un trabajo, es que tiene algo mejor que hacer. Esos desplazamientos que a usted le preocupan son la misma cosa. Y el incremento del precio de la tierra también. Ocurre porque esa tierra está siendo circunstancialmente más productiva. Sobre el “impacto laboral” volveré en el siguiente error.
2. A pesar de todo el boom agropecuario, el empleo en el sector creció el 1,5% frente al 17% en el resto de la economía.
¿Amigo, no era esto lo que usted quería? O cree que la soja que “hemos” (no sabía que usted se dedicaba al campo como Moyano) producido no tiene que ver con el crecimiento en otras áreas de la economía. El único sector extraordinariamente exitoso (eso que ustedes también visten de mala noticia apelando al resentimiento y llamándolo “ganancias extraordinarias”) es el del campo, de manera que son esos ingresos los que pueden explicar el crecimiento del empleo en el resto de la economía. El crecimiento industrial corresponde en gran medida a la agroindustria, pero todos los demás sectores de la industria protegida que no se caracterizan por su éxito exportador precisamente le deben, igual que usted, gran parte de sus ingresos a la soja.
No me voy a extender sobre esto, pero hacen ustedes tanto para que la gente no pueda trabajar que creen que la falta de trabajo es un problema económico y no un problema político causado por ustedes manejando la economía como los médicos brujos. Voy a ser sintético. No se hacen negocios para trabajar, sino que se trabaja para hacer negocios.
3. Si no tuviéramos retenciones tendríamos que enfrentar precios de alimentos muy caros.
Cómo dice esto ministro si usted es un continuador de la llamada revolución productiva (cuyo único efecto hasta ahora es una argentina tradicional agroexportadora) de Duhalde que se sustenta en el dolar mantenido alto mediante inflación que es lo que coloca a los ingresos de los argentinos muy por debajo de los precios internacionales. Es su culpa que los precios internacionales estén tan alejados de nuestras posibilidades.
4. No es lo mismo producir soja que leche.
Vaya, antes decían no es lo mismo producir caramelos que acero, ahora no pueden salir de los productos agropecuarios. Tampoco es lo mismo producir leche que piqueteros que es a lo que se dedica su gobierno. Pero más allá de eso ¿no hicieron ustedes una política terrorista hacia el sector del tambo? ¿no le mandaron al energúmeno de Moreno a apretar a los tamberos? ¿Nos está jodiendo mister minister?
Los tamberos están fritos por su control de precios. En todo encontrará usted una mala noticia que haga intervenir al estado. Si mañana podemos vender aire argentino en lata usted elaborará una teoría intervencionista con eso destacando lo pernicioso que es eso para la producción de pochoclo al desplazarse la gente de una a otra actividad (cuando la gente y las actividades se desplazan ministro, lo hacen detrás de un objetivo mejor, como cuando usted va a Buzios en plena crisis).
5. A la larga lo que vamos a tener es menos leche, menos carne, menos trigo…
La respuesta es igual a la anterior. Lo que “tengamos” menos se llama costo. Lo que “tengamos” más se llama ganancia. No se preocupe por lo que tengamos menos sino por la diferencia respecto a lo que tengamos más. Y por favor no se asuste si esa diferencia es extraordinaria porque esa es justamente la buena noticia.
6. La retención móvil le da más seguridad al productor porque sube cuando el precio internacional sube y baja cuando ocurre lo contrario.
Genial este chiste ministro. Podría aplicarnos a todos retenciones móviles sobre nuestros ingresos y así otorgar una estabilidad bárbara a la economía. Sería la forma de socialismo más idiota de la historia y una forma de eliminar la relatividad entre los precios que permite saber qué producir y qué no. Me parece que después de esto habría que cerrar la London School of Economics por dejarlo egresar a usted de ahí.
7. Las retenciones y compensaciones permiten que la población pueda tener acceso a los alimentos a los precios que le corresponde.
Eso es lo que usted cree porque se compra los índices de Guillermo Moreno. La población no puede acceder a precios de los alimentos que corresponde porque la maquinaria de emisión para mantener el dolar super alto impacta sobre esos precios antes que sobre los salarios.
8. No está en el corazón de las retenciones móviles poner un precio máximo o desincentivar una producción.
Pero señor, usted nos venía diciendo que ese era el propósito, ¿por qué no se pone de acuerdo con usted mismo?
9. Ministro, las retenciones no se reparten entre productores de leche, trigo o carne. Más bien contribuyen a agrandar el aparato político de una agrupación ilícita llamada frente para la victoria, que incluye su propia oligarquía. No hace falta que me extienda sobre el punto. Usted sabe de esto más que yo.
10. El más grande error lo reconoció usted. Nos venía hablando del paro de la abundancia, ahora nos informa que estaba perjudicando al 80 por ciento de productores que son “pequeños” ¿En qué quedamos ministro?
Después la señora, que incurre en todos los errores anteriores, pero le agrega otros propios:
11. Una Argentina que con el esfuerzo de todos hemos logrado transformar en estos cuatro años y medio, pero que todavía quedan argentinos que no tiene trabajo, que tienen hambre o que aún teniendo un salario no les alcanza para vivir con la dignidad que todo hombre y toda mujer merece.
¿Cómo es esto señora? Sabemos que el campo puso ese “yuyo” que se llama soja y es como nuestro oro. Ustedes, que son los buenos, pusieron el reparto con toda esta “equidad” e “inclusión social”. Resulta que cuatro años y pico después, todavía combatimos a la soja que tantos problemas nos trae con sus extraordinarias ganancias y siguen habiendo desocupados y gente con hambre ¿Y usted nos quiere decir que quienes fallan son los productores y no los repartidores?
12. Las retenciones a la soja nos permiten incentivar determinados cultivos de productos que si consumimos (no queremos soja).
Destruyamos a aquellos afortunados que exportaban aire, así vuelve el pochoclo ¿no? ¿Cómo no se le ocurrió todavía obligarnos a comer soja?
13. Pequeños, medianos y grandes.
Este es un error común de esta política. Nadie definió el concepto de pequeño y de mediano y si lo intentan no lo lograrán. El sistema podría estar lleno de trampas pero esa es la parte buena que tiene. En definitiva si todo se transforma en un gran colador, mejor.
Pero el error conceptual persiste. Cada impuesto produce a sus propios marginales. No importa cómo se los defina primero. Si ser pequeño termina el día que se consigue la hectárea número 501, entonces la marginalidad estará ahí. Esos serán los productores en problemas. Y si la escala de cualquier modo le permitiera subsistir, el restaurante al que dejó de ir que es su última prioridad antes de que se le quitara el impuesto será el perjudicado. Trasladado el resultado de toda la cadena, el menos eficiente desaparecerá.
En ese sentido, solucionar el problema del mayor número de productores no significa resolver el problema de la mayor parte de las personas. Si se reconoce que el el 80% de los productores sólo representan al 20% de la producción, la medida busca resolver sólo el 20% del problema que no es el de la gente directamente involucrada en el cultivo sino toda la actividad productiva, sus clientes y proveedores.
14. Vio una foto impactante de un asado. Pero no está mal hacer asados.
¿En qué consiste el impacto señora? Su problema no es que le molesten los ricos o los asados. Lo que le pasa es que le molestan los ricos que no se enriquecen con usted y los asados de los que no participa. Por eso tiene esta dualidad de hacer referencia a estas cosas y después aclarar que no le parece mal. Yo vi la foto del Mini Cooper de Floppy. Y no está mal tener un Mini Cooper… Es mucho más dificil tenerlo que hacer un asado.
15 Uno puede ser multimillonario y quejarse igual por la pérdida de rentabilidad.
Debería fijarse un poco más. Nadie se está quejando por pérdida de rentabilidad, sino por afano. No se pierde la rentabilidad sino que se la roba el gobierno que no produce una sola de las plantitas.
16. La Casa de Gobierno está abierta para todos y para todas, pero para dialogar.
La calle señora, está abierta, liberada diría, para el señor que sienta usted a su siniestra que Luis D’Elía. El único oficialista que da conferencias de prensa. No juegue, no le cree nadie.
17. No piensen como propietarios de un país, sino como parte de él.
Lo que le pasa señora es que ustedes no quieren competencia. Ustedes son quienes se han adueñado del país, los productores quieren nada más ser dueños de su producción.
18. Berni pintaba la Argentina agroexportadora de principios del siglo pasado.
Señora, Berni tiene material hoy, después de la revolución productiva, para pintar, pintar y pintar. En la Quinta Avenida esto no se ve, pero le cuento que en Buenos Aries se ve todas las noches. El resultado de políticas como la suya que antes se hacían por simple error, ahora para beneficiar a unos vivos y a su aparato político es el cordón de pobreza al rededor de todas las ciudades. Y esto ocurre después de 80 años de reparto, buena parte de los cuales fueron exactamente al estilo que prefiere usted.
La riqueza del campo no se pierde porque el estado no la robe. Permanece donde debe estar beneficiando a gente que trabaja y no a esos tipos que usted junta para que la aplaudan.
Fuente: No me parece
Primero el ministro:
1. Nadie dice que producir soja es malo. Algo que nos demanda el mundo y podemos producir a muy buenos precios no tiene nada de malo per se. Pero tiene efectos profundos sobre el resto de la actividad productiva. Desplaza y encarece otras actividades porque encarece el costo de la tierra, tiene efectos sobre el propio suelo como monocultivo y tiene un impacto laboral muy bajo.
Ministro no le creo que usted crea esto. Fíjese que se la han pasado contaminando la mente de los argentinos diciendo que las importaciones eran malas, ahora viene usted a querer contaminarnos con el error opuesto. Es decir que las exportaciones son malas. Si se gana la lotería ministro, usted deja de trabajar (eso espero). Pero eso no es una mala noticia. No es que la lotería le hace perder un trabajo, es que tiene algo mejor que hacer. Esos desplazamientos que a usted le preocupan son la misma cosa. Y el incremento del precio de la tierra también. Ocurre porque esa tierra está siendo circunstancialmente más productiva. Sobre el “impacto laboral” volveré en el siguiente error.
2. A pesar de todo el boom agropecuario, el empleo en el sector creció el 1,5% frente al 17% en el resto de la economía.
¿Amigo, no era esto lo que usted quería? O cree que la soja que “hemos” (no sabía que usted se dedicaba al campo como Moyano) producido no tiene que ver con el crecimiento en otras áreas de la economía. El único sector extraordinariamente exitoso (eso que ustedes también visten de mala noticia apelando al resentimiento y llamándolo “ganancias extraordinarias”) es el del campo, de manera que son esos ingresos los que pueden explicar el crecimiento del empleo en el resto de la economía. El crecimiento industrial corresponde en gran medida a la agroindustria, pero todos los demás sectores de la industria protegida que no se caracterizan por su éxito exportador precisamente le deben, igual que usted, gran parte de sus ingresos a la soja.
No me voy a extender sobre esto, pero hacen ustedes tanto para que la gente no pueda trabajar que creen que la falta de trabajo es un problema económico y no un problema político causado por ustedes manejando la economía como los médicos brujos. Voy a ser sintético. No se hacen negocios para trabajar, sino que se trabaja para hacer negocios.
3. Si no tuviéramos retenciones tendríamos que enfrentar precios de alimentos muy caros.
Cómo dice esto ministro si usted es un continuador de la llamada revolución productiva (cuyo único efecto hasta ahora es una argentina tradicional agroexportadora) de Duhalde que se sustenta en el dolar mantenido alto mediante inflación que es lo que coloca a los ingresos de los argentinos muy por debajo de los precios internacionales. Es su culpa que los precios internacionales estén tan alejados de nuestras posibilidades.
4. No es lo mismo producir soja que leche.
Vaya, antes decían no es lo mismo producir caramelos que acero, ahora no pueden salir de los productos agropecuarios. Tampoco es lo mismo producir leche que piqueteros que es a lo que se dedica su gobierno. Pero más allá de eso ¿no hicieron ustedes una política terrorista hacia el sector del tambo? ¿no le mandaron al energúmeno de Moreno a apretar a los tamberos? ¿Nos está jodiendo mister minister?
Los tamberos están fritos por su control de precios. En todo encontrará usted una mala noticia que haga intervenir al estado. Si mañana podemos vender aire argentino en lata usted elaborará una teoría intervencionista con eso destacando lo pernicioso que es eso para la producción de pochoclo al desplazarse la gente de una a otra actividad (cuando la gente y las actividades se desplazan ministro, lo hacen detrás de un objetivo mejor, como cuando usted va a Buzios en plena crisis).
5. A la larga lo que vamos a tener es menos leche, menos carne, menos trigo…
La respuesta es igual a la anterior. Lo que “tengamos” menos se llama costo. Lo que “tengamos” más se llama ganancia. No se preocupe por lo que tengamos menos sino por la diferencia respecto a lo que tengamos más. Y por favor no se asuste si esa diferencia es extraordinaria porque esa es justamente la buena noticia.
6. La retención móvil le da más seguridad al productor porque sube cuando el precio internacional sube y baja cuando ocurre lo contrario.
Genial este chiste ministro. Podría aplicarnos a todos retenciones móviles sobre nuestros ingresos y así otorgar una estabilidad bárbara a la economía. Sería la forma de socialismo más idiota de la historia y una forma de eliminar la relatividad entre los precios que permite saber qué producir y qué no. Me parece que después de esto habría que cerrar la London School of Economics por dejarlo egresar a usted de ahí.
7. Las retenciones y compensaciones permiten que la población pueda tener acceso a los alimentos a los precios que le corresponde.
Eso es lo que usted cree porque se compra los índices de Guillermo Moreno. La población no puede acceder a precios de los alimentos que corresponde porque la maquinaria de emisión para mantener el dolar super alto impacta sobre esos precios antes que sobre los salarios.
8. No está en el corazón de las retenciones móviles poner un precio máximo o desincentivar una producción.
Pero señor, usted nos venía diciendo que ese era el propósito, ¿por qué no se pone de acuerdo con usted mismo?
9. Ministro, las retenciones no se reparten entre productores de leche, trigo o carne. Más bien contribuyen a agrandar el aparato político de una agrupación ilícita llamada frente para la victoria, que incluye su propia oligarquía. No hace falta que me extienda sobre el punto. Usted sabe de esto más que yo.
10. El más grande error lo reconoció usted. Nos venía hablando del paro de la abundancia, ahora nos informa que estaba perjudicando al 80 por ciento de productores que son “pequeños” ¿En qué quedamos ministro?
Después la señora, que incurre en todos los errores anteriores, pero le agrega otros propios:
11. Una Argentina que con el esfuerzo de todos hemos logrado transformar en estos cuatro años y medio, pero que todavía quedan argentinos que no tiene trabajo, que tienen hambre o que aún teniendo un salario no les alcanza para vivir con la dignidad que todo hombre y toda mujer merece.
¿Cómo es esto señora? Sabemos que el campo puso ese “yuyo” que se llama soja y es como nuestro oro. Ustedes, que son los buenos, pusieron el reparto con toda esta “equidad” e “inclusión social”. Resulta que cuatro años y pico después, todavía combatimos a la soja que tantos problemas nos trae con sus extraordinarias ganancias y siguen habiendo desocupados y gente con hambre ¿Y usted nos quiere decir que quienes fallan son los productores y no los repartidores?
12. Las retenciones a la soja nos permiten incentivar determinados cultivos de productos que si consumimos (no queremos soja).
Destruyamos a aquellos afortunados que exportaban aire, así vuelve el pochoclo ¿no? ¿Cómo no se le ocurrió todavía obligarnos a comer soja?
13. Pequeños, medianos y grandes.
Este es un error común de esta política. Nadie definió el concepto de pequeño y de mediano y si lo intentan no lo lograrán. El sistema podría estar lleno de trampas pero esa es la parte buena que tiene. En definitiva si todo se transforma en un gran colador, mejor.
Pero el error conceptual persiste. Cada impuesto produce a sus propios marginales. No importa cómo se los defina primero. Si ser pequeño termina el día que se consigue la hectárea número 501, entonces la marginalidad estará ahí. Esos serán los productores en problemas. Y si la escala de cualquier modo le permitiera subsistir, el restaurante al que dejó de ir que es su última prioridad antes de que se le quitara el impuesto será el perjudicado. Trasladado el resultado de toda la cadena, el menos eficiente desaparecerá.
En ese sentido, solucionar el problema del mayor número de productores no significa resolver el problema de la mayor parte de las personas. Si se reconoce que el el 80% de los productores sólo representan al 20% de la producción, la medida busca resolver sólo el 20% del problema que no es el de la gente directamente involucrada en el cultivo sino toda la actividad productiva, sus clientes y proveedores.
14. Vio una foto impactante de un asado. Pero no está mal hacer asados.
¿En qué consiste el impacto señora? Su problema no es que le molesten los ricos o los asados. Lo que le pasa es que le molestan los ricos que no se enriquecen con usted y los asados de los que no participa. Por eso tiene esta dualidad de hacer referencia a estas cosas y después aclarar que no le parece mal. Yo vi la foto del Mini Cooper de Floppy. Y no está mal tener un Mini Cooper… Es mucho más dificil tenerlo que hacer un asado.
15 Uno puede ser multimillonario y quejarse igual por la pérdida de rentabilidad.
Debería fijarse un poco más. Nadie se está quejando por pérdida de rentabilidad, sino por afano. No se pierde la rentabilidad sino que se la roba el gobierno que no produce una sola de las plantitas.
16. La Casa de Gobierno está abierta para todos y para todas, pero para dialogar.
La calle señora, está abierta, liberada diría, para el señor que sienta usted a su siniestra que Luis D’Elía. El único oficialista que da conferencias de prensa. No juegue, no le cree nadie.
17. No piensen como propietarios de un país, sino como parte de él.
Lo que le pasa señora es que ustedes no quieren competencia. Ustedes son quienes se han adueñado del país, los productores quieren nada más ser dueños de su producción.
18. Berni pintaba la Argentina agroexportadora de principios del siglo pasado.
Señora, Berni tiene material hoy, después de la revolución productiva, para pintar, pintar y pintar. En la Quinta Avenida esto no se ve, pero le cuento que en Buenos Aries se ve todas las noches. El resultado de políticas como la suya que antes se hacían por simple error, ahora para beneficiar a unos vivos y a su aparato político es el cordón de pobreza al rededor de todas las ciudades. Y esto ocurre después de 80 años de reparto, buena parte de los cuales fueron exactamente al estilo que prefiere usted.
La riqueza del campo no se pierde porque el estado no la robe. Permanece donde debe estar beneficiando a gente que trabaja y no a esos tipos que usted junta para que la aplaudan.
Fuente: No me parece
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