El Ministerio explica el Robo...

Ejem... Quiero decir: El ministerio justifica las retenciones.
Me mandan este PowerPoint por mail a pesar que conocen mi posicion. No creo que la persona que me lo envíe este interesada en la discusion de fondo. Pero me parecio oportuno compartir para ver la opinion de los que SI creo estan dispuestos a la accion de pensar y debatir.

La contestacion de mi amigo Pacho Ro va copiada abajo. Si quieren contestar o escribirle directo a el pasen por su blog
quetepa.blogspot.com.



Sí, muy lindo el graficado.
Ahora, si analizamos un poquito más, hay cosas un poco raras.
¿Por qué se exporta?
Digamos que si el gobierno puede hacer indiferente al productor vender afuera o adentro; ¿qué pasa que se exporta algo?
Exportan el exceso de producción en comparación con lo que requiere el mercado interno.
O sea que al menos una parte de la producción puede venderse a precios internacionales… Pero no se hace porque el gobierno se apropia de esa diferencia.
Claro que esto es para nosotros, pero igual cabe una reflexión: ¿qué podría suceder si los precios no se intentasen dirigir?
Si los precios son mayores, y cerramos los ojos a las causas principales, entonces hay que apropiarse de riqueza para mantener por un tiempo la situación.
¿Por qué por un tiempo?
Porque mientras aquí se hace esto, productores en lugares del mundo más libres reciben el fruto de su trabajo, incorporan capital a su trabajo con la esperanza de producir más, para ganar más. Eso se llama reinversión.
Esa reinversión hace que en un periodo posterior la producción crezca, lo cual implica un verdadero reparto de riqueza a quienes producen algo más: maquinaria, fertilizante, servicios al agro como ingenieros, investigación, desarrollo y por supuesto, el entorno al productor del agro.
En un período el campo de un lugar libre generó más tecnología y conocimiento, con mayor capacidad de producir alimentos. Y si la demanda sigue en aumento, micro productores entran en escena, como ya sucedió en épocas de necesidad.
Por otra parte, la causa principal de Argentina es el artificio de un dólar alto. Porque, si no hubiese la loca emisión monetaria el dólar podría llegar a ser casi un 50% más bajo, por el exceso de dólares en comparación con el peso.
En otros países que antes teníamos paridad, el dólar vale casi la mitad, por lo que sus alimentos valen menos que lo que valdrían aquí y… ¡Producen más!
En cambio, sin incentivo, mejor dicho, con castigo al exportador, se puede pensar en producir para el mercado interno, lo cual implica una reducción. Eso hará más baratos EN UN PERÍODO los productos, pero luego, la falta de interés para producir más que la demanda interna hará que NO se incorpore capital, ni investigación por ser redundante y no surgirán micro productores.
Seguimos por este camino y veremos que otros países producen más, tienen más conocimientos y tecnologías, mientras aquí se produce para un mercado interno, con la desventaja de que no existirán "compensaciones" pues las exportaciones serán menores.
Por otra parte, el productor local no generará riqueza para su entorno, sino para un gobierno que no sabe incentivar la producción. La distorsión en el mercado motivará a la gente a lugares más poblados, generando más pobreza, y más necesidades que el gobierno progresista intentará compensar quitando de otras rentas extraordinarias, hasta que todos los sectores con "renta extraordinaria" sea exprimido, y allí sí tendremos la igualdad...en la miseria.


¿Qué inventarán para zafar del desprestigio?

Al inicio de la semana / Roberto Cachanosky

Los Kirchner enfrentan serios problemas económicos y un creciente rechazo de la población a su modo de gobernar.

Durante los 5 años de mandato de Néstor Kirchner, había quedado en evidencia que el entonces presidente no toleraba la más mínima disidencia. Cualquiera que presentara una posición diferente era vilipendiado desde el atril o escrachado por los piqueteros (los mismos escraches que hoy el Jefe de Gabinete define como nazis cuando les toca a ellos). En definitiva, se sabía que Kirchner tenía tendencias autoritarias y el temor invadía a la mayoría de la gente.

Cuando Cristina Fernández de Kirchner ganó las elecciones, algunos periodistas se esforzaron por tratar de mostrar que comenzaba una nueva era de diálogo y un cambio de política que nos incorporaría al mundo. El esfuerzo fue en vano porque a poco de asumir pudo advertirse que la esposa del ex presidente tenía las mismas actitudes autoritarias que su marido. Tanto es así que en varias oportunidades resaltó que ella tenía el 46% de los votos, como si disponer de una mayoría circunstancial le permitiera avasallar las instituciones republicanas o disponer de la propiedad y de los ingresos de la gente a su antojo cual monarca autocrático.

¿Cuál es la novedad que tenemos luego de 5 años de kirchnerismo? A mi juicio, hay dos datos relevantes. En primer lugar, ocurrió algo inédito: un sector, el agropecuario, se plantó ante las decisiones del oficialismo y se puso firme en el disenso. El “método Moreno” dejó de funcionar. Esto no entraba en los cálculos del kirchnerismo y la reacción no se hizo esperar. Había que poner de rodillas a aquellos que opinaban diferente, adoptando actitudes que fueron deteriorando cada vez más la imagen del matrimonio.

El segundo hecho que los sorprendió –y que fue el peor de todos, al menos hasta ahora– fue el apoyo que la inmensa mayoría de la población le dio al campo, junto con los cacerolazos que se extendieron a lo largo y ancho del país. Ellos saben que ese gigantesco acto de repudio al matrimonio presidencial no tiene que ver sólo con las retenciones, sino que también refleja los estragos que están haciendo la inflación y el comportamiento soberbio con que se siguen manejando tanto Néstor como Cristina.

La brutal caída en la imagen presidencial que reflejan las últimas encuestas los debe tener muy preocupados. Sin embargo, lo que más les debe preocupar es el aumento de la imagen negativa. ¿Por qué? Porque un político puede tener baja imagen positiva y, al mismo tiempo, baja imagen negativa. En ese caso dispone de margen para crecer o recuperarse. En cambio, cuando la imagen positiva es baja y alta la negativa, el personaje se encuentra en problemas, ya que la elevada imagen negativa constituye un techo para crecer o recuperar el apoyo de la población.

¿Cuál ha sido la reacción de los Kirchner frente a su creciente deterioro político? Sacar a la calle a las fuerzas de choque de los piqueteros amigos del gobierno como Luis D’Elía. Su reacción consistió en responder al descontento popular con la violencia de los piqueteros y demás fuerzas de choque, con lo cual la imagen del gobierno se deteriora aún más.

Cuando D’Elía entró a las trompadas en la Plaza de Mayo en el primer cacerolazo, quedó demostrado el grado de intolerancia con que se maneja el gobierno cuando la gente se manifiesta en su contra. Estos hechos se repitieron frente a la Quinta Presidencial y, cada vez que la gente va a la Plaza de Mayo a manifestar su disconformidad, enseguida aparece D’Elía para decir la Plaza es mía, como si pararse en la Plaza y no dejar pasar a nadie que piense diferente les diera la razón o les otorgara más apoyo popular.

Es evidente que el matrimonio debe sentirse muy afectado por el rechazo que están teniendo. Ellos saben que el acto que hicieron el miércoles de la semana pasada en la Plaza de Mayo no tuvo una concurrencia espontánea. Saben que montaron un apoyo de utilería a favor suyo, mientras que los cacerolazos y el acto de Rosario fueron espontáneos. Todos sabemos que debe ser sumamente denigrante para uno alquilar gente para que lo aplauda, mientras que nadie es pagado por golpear una cacerola. Me imagino que para cualquier persona debe ser deprimente tener que simular el apoyo. Pagar para que a uno lo aplaudan debe ser una experiencia muy desagradable porque, en el fondo, uno sabe que se siente denigrado de tener que recurrir a ese método.

La novedad, entonces, es que los Kirchner se encuentran con algo que no habían tenido que afrontar hasta el momento: un profundo desprestigio ante la sociedad con el correspondiente rechazo. Esta situación inédita los hace reaccionar con más violencia verbal. Por ejemplo, cuando D’Elía llamó a armarse para defender al gobierno de Cristina, Néstor no repudió los dichos de su amigo piquetero, sino que simplemente se limitó a decir que no estaba de acuerdo.

Hoy los Kirchner denuncian los cortes de rutas como antidemocráticos, mientras el puente con Uruguay sigue cerrado sin que el gobierno emita opinión al respecto.

Alberto Fernández denunció como actitudes nazis que los productores vayan a las casas de los legisladores a reclamar por las retenciones, pero no denunciaron como nazis el escrache que los jóvenes K le hicieron al stand de Clarín en la Feria del Libro, ni el escrache que los piqueteros le hicieron a Shell, o el escrache que la Agrupación Hijos, miembros de las Madres de Plaza de Mayo, le hicieron al juez Bisordi o la toma de una comisaría por parte de D´Elía. En definitiva, no pueden tomarse como serias y sinceras las declaraciones del jefe de Gabinete. Solo reflejan el grado de desazón con que están viviendo este momento.

La realidad es que estamos viviendo una nueva etapa en la cual los Kirchner tienen que enfrentar serios problemas económicos y un creciente rechazo de la población a su modo de gobernar. Por lo que se vio hasta ahora, este nuevo escenario los hizo más agresivos e intolerantes porque para ellos es inadmisible que la gente no se subordine a sus caprichos.

Como la situación económica ya ha entrado en un proceso de recesión, para el matrimonio presidencial los tiempos de gloria pertenecen al pasado. Políticamente están muy complicados. Y tampoco podrán recuperar la economía porque la virulencia de sus palabras y comportamientos han terminado de espantar a cualquiera que imaginara poner un peso de inversión en Argentina.

Así como están las cosas, ellos saben que en las elecciones del año que viene tienen asegurada la derrota. Si pierden la mayoría en el Congreso ya no tendrán todo el poder y ellos no están acostumbrados a gobernar de esa forma, con lo cual, el 2011 pareciera ser un horizonte lejano y poco alentador. Sólo resta saber qué inventarán para tratar de evitar que el descontento popular que hoy se manifiesta en cacerolazos se traduzca en una humillante derrota electoral.

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Fundación Atlas 1853 lo invita a ejercer su derecho constitucional de petición a los representantes

Fundación Atlas 1853 lo invita a ejercer su derecho constitucional de petición a los representantes.

Estos son los mails de los 72 Senadores de la Nación.

No importa su partido, provincia o filiación.

De ellos y de los diputados depende la continuidad de las Retenciones móviles.

Están frente a una oportunidad histórica.

Ud tiene derecho a reclamar que frenen el intento del ejecutivo de saquear al campo sin otra pretensión que la voracidad fiscal.

No es cierto ni la intención distributiva, ni “el cuidado de la mesa de los argentinos”(Si eso les preocupara de verdad, la inflación no sería del 35% anual como viene para 2008)

No tema. No caiga en la trampa del gobierno.

Ejercer el derecho a reclamar no es golpismo, es democracia.
Envíele un mail a cada uno de los senadores, hágalos reflexionar, que escuchen su voz tanto como la del poder ejecutivo, que los presionará.

Ud es la DEMOCRACIA. Ejerza su derecho.
Para que sus hijos y nietos no le pregunten, “donde estaba y qué hacía el día que se perdió la libertad”

PD: en breve Fundación Atlas acercará la dirección electrónica de cada uno de los diputados de la Nación para que Ud pueda comunicarse con ellos.

PD 2: para buscar los datos de los se
nadores http://oac.senado.gov.ar/web/senadores/senadores.php

Y de los diputados.. http://www.diputados.gov.ar/


Direcciones de mail de los 72 Senadores de la Nación

roberto.basualdo@senado.gov.ar
fabio.biancalani@senado.gov.ar
mariajose.bongiorno@senado.gov.ar
adriana.bortolozzi@senado.gov.ar
samuel.cabanchik@senado.gov.ar
eric.calcagno@senado.gov.ar
castillo@senado.gov.ar
jcolazo@senado.gov.ar
mcolombo@senado.gov.ar
ana.corradi@senado.gov.ar
elena.corregido@senado.gov.ar
maria.diaz@senado.gov.ar
escudero@senado.gov.ar
escudero@senado.gov.ar
liliana.fellner@senado.gov.ar
fernande@senado.gov.ar
daniel.filmus@senado.gov.ar
selva.forstmann@senado.gov.ar
marcelo.fuentes@senado.gov.ar
silvia.gallego@senado.gov.ar
cesar.gioja@senado.gov.ar
haide.giri@senado.gov.ar
silvia.giusti@senado.gov.ar
ruben.giustiniani@senado.gov.ar
hilda.gonzalez@senado.gov.ar
pedro.guastavino@senado.gov.ar
guinle@senado.gov.ar
ada.iturrez@senado.gov.ar
jenefes@senado.gov.ar
latorre@senado.gov.ar
horacio.lores@senado.gov.ar
ruben.marin@senado.gov.ar
juan.marino@senado.gov.ar
jose.martínez@senado.gov.ar
alfredo.martinez@senado.gov.ar
norberto.massoni@senado.gov.ar
mayans@senado.gov.ar
ada.maza@senado.gov.ar
carlos.menem@senado.gov.ar
miranda@senado.gov.ar
morales@senado.gov.ar
lnegre@senado.gov.ar
roy.nikisch@senado.gov.ar
sdora.osuna@senado.gov.ar
jose.pampuro@senado.gov.ar
nanci.parrilli@senado.gov.ar
perceval@senado.gov.ar
juan.perezalsina@senado.gov.ar
daniel.persico@senado.gov.ar
luis.petcoffnaidenoff@senado.gov.ar
pichetto@senado.gov.ar
teresita.quintela@senado.gov.ar
emilio.rached@senado.gov.ar
reuteman@senado.gov.ar
marina.riofrio@senado.gov.ar
fabian.rios@senado.gov.ar
adolfo.rodriguezsaa@senado.gov.ar
juan.romero@senado.gov.ar
carlos.rossi@senado.gov.ar
ramon.saadi@senado.gov.ar
carlos.salazar@senado.gov.ar
maria.sanchez@senado.gov.ar
ernesto.sanz@senado.gov.ar
eduardo.torres@senado.gov.ar
monica.troadello@senado.gov.ar
roberto.urquia@senado.gov.ar
arturo.vera@senado.gov.ar
pablo.verani@senado.gov.ar
luis.viana@senado.gov.ar
elida.vigo@senado.gov.ar
isabel.viudes@senado.gov.ar

Pregunta por su posicion

Nuestros representantes chubutenses deben explicarnos cual es su posicion. Mandale a los mails de abajo para que te lo digan. Si sos de otra provincia podes buscar el mail de tus representantes en:
http://www.diputados.gov.ar/

rchiquichano@diputados.gov.ar
egarciam@diputados.gov.ar
ngonzalez@diputados.gov.ar
mmorejon@diputados.gov.ar
jpais@diputados.gov.ar



Soy _ _ _ _ _ _ _ _ _ de _ _ _ _ _ _ _ _ _ . Le escribo para que me exprese y fundamente cual va a ser su posicion frente al debate que se dará por la resolucion sobre retenciones moviles que el poder ejecutivo ha enviado para su tratamiento en el recinto.

Espero su respuesta. Muchas Gracias.

Los sistemas autocráticos no dialogan, imponen

Al inicio de la semana / Roberto Cachanosky

El conflicto con el campo sacó a la luz la necesidad de discutir no sólo una determinada política económico sino, además, las bases republicanas del país.

Antes de la protesta del campo, ya se sabía que la economía estaba deslizándose rápidamente hacia una crisis. La inflación se había disparado mucho antes del paro agropecuario, mientras que los problemas energéticos, fiscales y ausencia de inversiones eran más que evidentes. Hoy, por lo tanto, no estamos asistiendo a una crisis política, social y económica inesperada ni gratuita, sino que vivimos el resultado inevitable de una acumulación de disparates que tenía que terminar de esta manera.

Es que el supuesto paradigma del nuevo modelo económico no era tal por más que algunos empresarios pretendían verlo como un descubrimiento de la ciencia económica, por el cual se podía emitir sin generar inflación, crecer sin tener inversiones y lograr que la economía funcionara con crecientes controles e intervencionismo.

Todo lo que estamos viviendo hoy es el resultado de un modelo intrínsecamente perverso que se basa en el autoritarismo económico y político.

Néstor Kirchner creyó que podía, sin costo alguno, emitir moneda en cantidades crecientes para sostener el eufemismo del tipo de cambio competitivo, hasta que un día se dio cuenta que había inflación. En vez de corregir el rumbo económico, lo mandó a Guillermo Moreno a controlar los precios y a apretar a los empresarios para disimular la inflación mientras el BCRA seguía imprimiendo billetes. Como eso no le alcanzó, destruyó el INDEC para que dijera que los precios no subían en Argentina. Prohibió exportaciones, aumentó sistemáticamente los impuestos a las exportaciones, denunció y acusó a sectores productivos de avaros. Hoy el gobierno dice que aumentó las retenciones para que se produzca, entre otras cosas, más carne. Todavía me acuerdo de su discurso, vociferando desde la tribuna que el campo quería lucrar con el hambre del pueblo argentino. Hizo todo lo posible para destruir la ganadería, lo consiguió y ahora se queja que no se produce carne.

No conforme con todo esto, metió la economía en una maraña de subsidios para disimular la inflación, duplicando en un año los subsidios a la energía para que no se tocaran las tarifas. El resultado es que a las empresas le bajan la palanca cada vez más seguido porque si no tienen que dejar sin luz a la gente mientras el gasto público crece por la necesidad de mayores recursos para financiar estos subsidios.

Néstor Kirchner creyó que podía manejar indefinidamente a las trompadas la economía y hoy se encuentra con que la realidad le devuelve las trompadas a él. Desabastecimiento, inflación galopante, un país económicamente paralizado y una imagen del gobierno que cae en picada como nunca antes se había visto.

Pero frente a la cruda realidad que cualquier persona puede ver, el gobierno sigue empeñado en negarla. La presidente sigue diciendo que el país crece, que hay menos pobreza, que nunca antes en toda la historia de la Argentina habíamos crecido como lo hicimos en los últimos 5 años. Ella y sus funcionarios han llegado a formular declaraciones que ofenden la inteligencia de la gente. Alberto Fernández afirmó que las retenciones no son un impuesto sino que son una herramienta de política económica y, por lo tanto, no tienen que pedirle permiso al Congreso para aumentarlas.

Después de 90 días de conflicto Cristina Fernández de Kirchner quiere hacernos creer que cuando se anunciaron las retenciones móviles se olvidó de explicar que lo hacía para destinar más fondos a planes sociales. La verdad es que tratar de “vender” el impuestazo al campo como una necesidad de “solidaridad social” es casi una falta de respeto al coeficiente intelectual de los argentinos. ¿Cómo puede pararse frente a las cámaras de televisión y decir, sin que se le mueva un pelo, que los recursos van a ser destinados a construir más hospitales si los que hay se caen a pedazos? ¿En serio creen que con ese discurso van a convencer a la gente que ellos son buenos y el resto son avaros?

El gobierno y Moyano se cansaron de decir que por culpa del paro agropecuario la inflación se había disparado. Había inflación por culpa del campo. Pero resulta que el INDEC acaba de “informar” que la inflación en mayo fue de solamente el 0,6% y los alimentos subieron el 0,1%.

Es curioso, los Kirchner despotrican contra el libre mercado, pero se mueven políticamente recurriendo a las reglas del intercambio comercial. Permanentemente buscan el precio de conseguir el apoyo de gobernadores, intendentes, legisladores, sindicalistas y sectores productivos. La caja por un lado y el apoyo por el otro. Obviamente, un esquema de este tipo nada tiene que ver con una democracia republicana. Por el contrario, el matrimonio parece ver el poder como un negocio personal. Si consigo el poder tengo el monopolio de la fuerza y con el monopolio de la fuerza puedo apropiarme del trabajo de la gente y con ese dinero construir más poder comprando voluntades. Para conseguir ese objetivo todo el sistema económico tiene que estar subordinado al mantenimiento del poder, por más inconsistentes que sean las políticas económicas que se apliquen. El costo de semejante esquema está a la vista.

El discurso de que las retenciones se ponen para que la gente tenga comida en sus mesas ya no convence a nadie, porque no solo los precios de los alimentos se han disparado fruto de la inflación que generó el gobierno sino que, además, han logrado uno de los desabastecimientos más grandes de la historia argentina.

De aquí en más sabemos que los Kirchner no van a dialogar porque no conciben el diálogo como un mecanismo de entendimiento. Los sistemas autocráticos no dialogan. Imponen. Ellos creen en la prepotencia, la descalificación, las amenazas y en infundir miedo utilizando el monopolio de la fuerza que los argentinos le delegamos para que defendiera nuestro derecho a la vida, la libertad y la propiedad.

Lo que hoy se está discutiendo en Argentina ya no es un tema de retenciones o de política económica. Estamos discutiendo la defensa de una democracia republicana contra un sistema autoritario basado en el abuso del poder delegado por los ciudadanos.

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Las fallas de lectura de D'elia

Hay partes del Art. 21 que este hombre ha omitido leer. Invoca la Constitución como excusa para armarse. Quizás deba leer el articulo completo...

¿Error involuntario o apología del delito?

Art. 21.- Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos del Ejecutivo nacional. Los ciudadanos por naturalización son libres de prestar o no este servicio por el término de diez años contados desde el día en que obtengan su carta de ciudadanía.

¿El congreso no ha dictado ninguna ley no?

Por qué es verso el discurso de Cristina

vía El Lacha de Gustavo Lazzari el 10/06/08

El gobierno ya tiene en el bolsillo todo el dinero para pagar la deuda social.

Recaudación total 2003 = 79.319 millones de pesos
Recaudación total 2004 = 108.301 millones de pesos
Recaudación total 2005 = 132.024 millones de pesos
Recaudación total 2006 = 167.317 millones de pesos
Recaudación total 2007 = 221.970 millones de pesos


Incremento en la recaudación 2007-2003: 312.336 millones de pesos

Recaudación estimada por retenciones móviles: 4.300 millones de pesos
(destinado al Fondo de Redistribución Social)

Cantidad de veces que el gobierno tuvo 4.300 millones de pesos cash en la mano: 72.


Desde el 2003 hasta el 2007 el gobierno tuvo 72 veces el dinero que pretende recaudar por las retenciones móviles y no hizo ahora dice que va a hacer.

El libre mercado es la mejor política social


La elección del mejor método para promover el mayor bienestar posible al mayor número de personas implica debatir los fundamentos últimos que rigen la organización de la sociedad.

El anuncio de Cristina Kirchner de que los fondos recaudados por las retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias serán destinados a planes sociales y sanitarios no modifica la cuestión de fondo, es decir, que la presión impositiva ejercida sobre la producción rural es altamente abusiva... El Gobierno no tiene derecho a cobrar semejante tasa impositiva, independientemente de los fines a los que destine los fondos. Por supuesto que los anuncios de la Presidenta estuvieron destinados a legitimar ante la ciudadanía la posición del gobierno y a presentar sus exacciones como una medida altruísta y generosa (generosa con el dinero de los demás, aclaremos).

En este conflicto entre el kirchnerismo y el campo, el gobierno menea constantemente un concepto falso: que las retenciones móviles están justificadas porque el aumento de los precios de los productos agropecuarios en los mercados mundiales otorgan a los productores una tasa de rentabilidad muy elevada. De ese modo, las retenciones móviles son un instrumento "redistributivo". Se trata de un argumento falaz pero impactante. ¿Quién no mira con simpatía la propensión a ayudar a los débiles y necesitados? Sucede, sin embargo, que esa inclinación declamada esconde los verdaderos motivos del gobierno, que anuncia la construcción de "al menos, treinta hospitales" pero, en rigor, sólo busca aumentar su disponibilidad de caja para emplearla como medio de retención del poder político. Los "treinta hospitales" son tan concretos como los 20.000 millones de dólares de inversiones chinas de hace dos años.

El anuncio de la Señora Cristina, en definitiva, es una "puesta en escena" destinada a legitimar ante la sociedad la posición del gobierno. Sucede, sin embargo, que la intención del kirchnerismo es tan notoriamente evidente que su grado de credibilidad es prácticamente nulo. Por lo tanto, más allá del "ruido" generado por el anuncio, el conflicto entre el gobierno y los ruralistas, en lo esencial, no se ha modificado. El kirchnerismo, a partir de este anuncio, desarrollará la argumentación de que los productores agropecuarios son unos sujetos codiciosos e insensibles dedicados a lucrar incesantemente a expensas de los débiles y necesitados, a quienes el gobierno se encarga de defender inclaudicablemente. "Pura cháchara", diría un recordado caudillo peronista.

Sin embargo, la jugada del gobierno le plantea a los productores ruralistas el problema de que los deja en una posición incómoda ante el conjunto de la sociedad. La idea de que se pongan en marcha políticas de redistribución de la riqueza cuenta con un amplio consenso favorable en Argentina. Se trata, por cierto, de ideas vagas, inconsistentes, meras expresiones de deseos que en casi todos los casos llevan a efectos contrarios a los que se quiere producir. Pero esas fantasías están presentes en el imaginario colectivo y, aunque técnicamente sean impracticables, ejercen influencia real y concreta en las inclinaciones populares y, por lo tanto, en los resultados electorales.

La mejor política social es, como siempre, dejar que los mercados operen libremente y sin interferencias en un marco de seguridad jurídica y solidez institucional. De ese modo, las oportunidades de rentabilidad motorizarán las inversiones, generarán fuentes de trabajo y promoverán el consumo que a su vez estimulará nuevas inversiones que irán realimentando todo el proceso económico. Eso es lo que hará que el nivel de vida de la población mejore de acuerdo con las aptitudes y aspiraciones de cada uno. No es necesaria la intervención directa del estado (salvo en algunos casos excepcionales) para promover el bienestar de la población. Por supuesto que a estas ideas se las denuesta bajo el epíteto de "neoliberalismo". No por eso, sin embargo, dejan de ser ideas acertadas, conceptualmente coherentes y de eficacia empíricamente probada.

El kirchnerismo, lamentablemente, está inspirado por ideas completamente opuestas al liberalismo. La concepción ideológica que motoriza al gobierno privilegia el intervencionismo del estado en la distribución de la riqueza por sobre la acción natural del mercado. Esas ideas han fracasado siempre, donde quiera que hayan sido puestas en práctica en cualquiera de sus infinitas variantes. Sin embargo, el gobierno insiste en ellas y encuentra ciertos ecos favorables en la población que, de ese modo, elige apoyar cursos políticos que producen resultados perjudiciales aún para aquellos que les prestaron su adhesión. La acción del kirchnerismo en este contexto tiene un nombre, que es demagogia. La acción del gobierno en relación a las retenciones a las exportaciones agropecuarias es una práctica nítidamente demagógica. La supuesta construcción de escuelas, hospitales y caminos rurales es una burda mentira destinada a engañar al pueblo para que le preste su apoyo a los designios de un gobierno que luego incumplirá todas sus promesas.

El desenlace de este conflicto entre el kirchnerismo y los productores agropecuarios es aún incierto. Ninguna de las dos partes logra prevalecer definitivamente sobre la otra y no se vislumbra que alguna de las dos vaya a lograrlo a corto plazo. El kirchnerismo, al anunciar que empleará los fondos de las retenciones móviles para construir hospitales, escuelas y caminos rurales tiró "munición gruesa" contra los ruralistas pero la posición de estos se mantiene firme porque el argumento básico en el sentido de que la presión impositiva es abusiva, sigue vigente.

El problema de fondo, en definitiva, es el siguiente: ¿cuál es el mejor método para promover el mayor bienestar posible al mayor número posible de personas? Esto involucra nada menos que un debate acerca de los fundamentos últimos que rigen la organización de la sociedad. Se trata, en esencia, de un debate ideológico. Economía de mercado o intervencionismo estatal, esa es la disyuntiva. El kirchnerismo propugna el intervencionismo del estado. El tiempo pondrá en evidencia si éste es un método eficaz. © www.economiaparatodos.com.ar