La libertad no se vota

Me había puesto a escribir algo sobre la desfachatez chavista. Pero acabo de leer a Don Benegas y como no podía ser de otra manera resume de manera mucho mas acertada mi opinión...

La libertad no se vota. Como no se podría votar si el 50,7% puede fusilar al 49,3%. Sonaba ridículo como los “observadores” de la OEA alababan al “proceso electoral” de Venezuela y hacían los típicos comentarios huecos de la ocasión (”todo se desarrolla con tranquilidad y alegría”). Se decidía, entre otras cosas, si los venezolanos tenían derecho a educarse unos a otros, pero lo importante para estos personajes, para la CNN y para el mundo “civilizado” y embrutecido era que “todo se había desarrollado con tranquilidad” y de manera “democrática”. Votar sobre la libertad es incivilizado y más que democrático es una burla.
Según los números oficiales 50,70% de los venezolanos que votaron ayer quieren ser libres y el otro 49,30% quieren ser rebaño. El problema entre ellos es la palabra “nosotros”. El dictador podría dividir al país en dos. De un lado sus ovejas felices, esos que se uniforman y se despersonalizan por el motivo psicológico, económico o religioso que sea, para verse a si mismos como soldados de una causa contra algún mal; del otro los que no lo necesitan. El problema es que los uniformados no se uniformarían si la única oferta fuera seguir su propio proyecto colectivista. Todo “todo” necesita una parte “enferma” que alimente la sensación de que han encontrado la luz mientras que “otros” (”esos sectores”, “aquellos que…”, “los que detienen el cambio”) permanecen en la oscuridad y deben ser vencidos. Y parasitados.

La libertad no se vota. Como no se podría votar si el 50,7% puede fusilar al 49,3%. Sonaba ridículo como los “observadores” de la OEA alababan al “proceso electoral” de Venezuela y hacían los típicos comentarios huecos de la ocasión (”todo se desarrolla con tranquilidad y alegría”). Se decidía, entre otras cosas, si los venezolanos tenían derecho a educarse unos a otros, pero lo importante para estos personajes, para la CNN y para el mundo “civilizado” y embrutecido era que “todo se había desarrollado con tranquilidad” y de manera “democrática”. Votar sobre la libertad es incivilizado y más que democrático es una burla.

La oposición venezolana ganó una batalla que nunca debió darse entre el si o el no a la libertad para resolverla con la estadística. Antes las revoluciones colectivistas debían hacerse a los balazos porque nadie se dejaba conquistar voluntariamente. Es todo un síntoma que ahora vean que pueden preguntarle a un electorado si están dispuestos a convertirse en ovejas y tienen la oportunidad de obtener una respuesta afirmativa. Cuando el dictador vea que ya no puede volver a hacer una pregunta de ese estilo, si que Venezuela estará a salvo. Antes no.

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