Salario Mínimo



 
 

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vía El Mínimo Ingreso de Paila el 22/03/09

El Mínimo Ingreso

"Dijeron que era un error expresar el análisis económico acerca del salario, que no era conveniente, que me atacarían furiosamente cuando comenzara a publicarlo; pero tuve que hacerlo sólo por el peso de mi conciencia."

César

El salario mínimo es un concepto de los menos debatidos en la economía.

¿Alguien sabe por qué los análisis conocidos de esta temática son tan escasos, limitados prácticamente a los cuestionamientos de la escuela austriaca, o a un sector de la de Chicago?

Son pocos los economistas locales, en Argentina, que luego de estudiar en una universidad pública, pueden cuestionarse la problemática de una imposición de mayores costos para los empleadores a través de montos mínimos a pagar a sus empleados.

Seguramente muchos están familiarizados con las curvas que representan el comportamiento de la demanda y de la oferta mercado.

Podríamos comprobar algo simple: en el mercado del trabajo, cada tipo de tarea tendrá sus curvas de oferta y demanda.

Obviamente no es lo mismo en un mercado de alta especialización, que uno que no requiere habilidades especiales, pero todos comparten lo siguiente: cuanta más alta es la demanda, y menor la oferta, tanto más se pagará por un empleo.

Esta comprensión justifica la clásica recomendación: "preparate para un futuro, estudiando". La idea básica es que la persona pueda competir en mercados donde haya demanda, pero poca oferta.

Si en el mercado no se interviene, existirá un precio de equilibrio donde la Cantidad Ofrecida coincida con la Cantidad Demandada.

A este precio es al que los trabajadores de un determinado tipo de empleo están dispuestos a trabajar en cierta cantidad QE, al mismo precio que los demandantes, o sea, los empresarios, están dispuestos a pagar por el precio que se pide.

Si observamos la gráfica, ante un incremento en el precio, a PG, los demandantes no sólo NO demandarán la misma cantidad de empleo, sino que demandarán menos trabajo. Esto no significa que ya no exista esa demanda, sino que la cantidad disminuye.

Desde el otro sector, a un mayor precio, la cantidad de personas que optarán por ofrecerse a ese tipo de empleo se incrementará.

Esta brecha, Q2-Q1, es la que se generará ante una imposición de mayor costo salarial.

Este costo es irrelevante donde los tipos de empleo son altamente especializados, y la demanda es importante en relación a la cantidad de personas que se pueden ofrecer a este tipo de tarea.

Una imposición de salario mínimo por lo general, en este tipo de empleo, está por debajo del precio de equilibrio, por lo tanto es de esperar que la gran mayoría gane más del mínimo; como es el caso de gerentes de grandes empresas.

Ahora, ¿cómo se niega aceptar socialmente que, en los empleos donde la oferta es grande, un incremento en los salarios incrementará el desempleo hasta la brecha Q2-Q1?

La respuesta es simple: los que resulten desempleados ya no serán un problema del sindicato.

Es decir, se convierten en un problema de la sociedad en general.

Nadie les dirá a los sindicatos que esas personas fueron a la calle por una política que ellos consideran adecuada, ni siquiera los economistas que deberían asesorarlos a ellos, y al gobierno que utiliza su monopolio de la fuerza para esta tarea.

Es más, los empleados que queden en actividad SÍ serán miembros del sindicato, incluso con un grado de agradecimiento mayor pues su calidad de vida se incrementó momentáneamente. Claro que lamentarán a los compañeros de trabajo que ahora están en la calle, o que sus conocidos difícilmente puedan incorporarse a ese mercado; pero esa culpa generalmente se la achacan al empresario.

Pero ¿es esta la única causa de la brecha Q2-Q1 de desempleo?

No, hay un factor que hará que prácticamente jamás se solucione el problema: el beneficio que reporta al Estado el apropiarse de gran parte de la renta del trabajador.

La cantidad de trabajo es aún menor, pues la demanda que llega a la empresa, tienen un coste mínimo de un 60% mayor al que llega al bolsillo del trabajador.

Es decir, si un trabajador está dispuesto a trabajar por $ 1000 , al empresario este costo le significará un mínimo de $ 1600,00.

¿Cómo se vería en nuestra gráfica?

Resulta que al incrementar el costo, la cantidad de trabajo demandado se verá disminuida aún más.

Claro que esto tampoco parece relevante, porque es común pensar que el trabajo "en blanco" es la mejor situación.

Este tema será tratado más adelante, pero cabe acotar que es una imposición con la cual los actores no estarían de acuerdo si se les permitiera la libertad de elegir. De no ser así, no escucharíamos tanta propaganda gubernamental acerca de la importancia del trabajo registrado; y, definitivamente, no existiría el trabajo "en negro".

Pero este tema debe ampliarse para ser lo más claro posible, cosa que haremos más adelante.

Lo importante del trabajo registrado es que es una gran fuente de ingresos al Estado, lo cual, por sus propios intereses deben defender. Si éste puede apropiarse de un altísimo porcentaje del ingreso de cada trabajador, ¿por qué habría de renunciar a este ingreso?

Sin embargo, la consecuencia tal vez más importante es la diferencia en la cantidad de empleo.

César Pailacura

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En el próximo artículo ingresaremos al interior de la empresa, para ver cómo afectan estas imposiciones al esquema productivo.


 
 

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